En Skoda, el nombre Rapid hace referencia a varios modelos de la historia del fabricante checo. En primer lugar, hubo un sedán bastante bonito producido entre 1934 y 1937, que también estaba disponible como descapotable. En 1984 apareció una segunda generación (hasta 1990) en versiones coupé y berlina. Al parecer, se trata de un coche deportivo basado en el Skoda 130 y propulsado por un débil motor bicilíndrico de 58 CV. Mientras que en 2011 se lanzó en la India un Skoda Rapid basado en el Volkswagen Vento, el que hoy nos interesa se lanzó en 2012. Un coche que debía confirmar todo lo bueno que el público en general pensaba de Skoda tras el Fabia, el Octavia y el Superb.
Fue un fracaso estrepitoso. Si el estilo del Skoda Rapid parece neutro, incluso insípido, se han hecho dos grandes críticas a la berlina y a su versión Sportback, perdón Spaceback. El primero fue el muy cuestionable nivel de acabado del Rapid. Incluso en comparación con los otros modelos de la gama en ese momento. La comparación con los modelos más accesibles A3, Golf y León fue sistemáticamente desfavorable, detalla el concesionario Crestanevada compramos tu coche. Era casi de bajo coste en un contexto en el que Skoda estaba subiendo de categoría.
En segundo lugar, la oferta mecánica se consideraba demasiado débil, con modelos diésel de 90 a 116 CV y modelos de gasolina de 90 a 125 CV. En un mercado de berlinas compactas muy competitivo, el Rapid ha vendido muy pocas unidades durante varios años.
Sin embargo, el dúo Rapid / Rapid Spaceback sigue siendo un coche fiable y bien diseñado dentro del grupo Volkswagen. El paquete sigue siendo claro y funcional, mientras que el último facelift (2017) introdujo el nuevo motor de gasolina 1.2l TSI de 3 cilindros en versiones de 90 y 110 CV. Estas son las versiones más interesantes de una gama muy asequible en el mercado de segunda mano.
El sustituto del Skoda Rapid es el Scala. Una berlina compacta sobre la base de la plataforma MQB-A0 del Grupo Volkswagen. El modelo está en perfecta sintonía con los tiempos que corren con un solo motor diésel (1,6l TDI 115) por tres versiones de gasolina (1,0l TSI 95 y 115 y 1,5l TSI 150). El estilo es más asertivo y el contenido tecnológico es significativo, con asistencia de mantenimiento de carril y frenado automático de emergencia de serie. Como opción o en el acabado superior, el Scala cuenta con un cuadro de instrumentos 100% digital (incluso detrás del volante).